miércoles, 18 de enero de 2017

La desinformación empeora la epidemia de difteria en Venezuela

Elaborado por: Claudia Hernández y Julia Herrera

Después de 24 años sin casos confirmados, la difteria reapareció en marzo de 2016, en forma de un grave brote epidémico, cuya razón fundamental se atribuye al fracaso de bajas coberturas de inmunización y el acúmulo de susceptibles. Más de 400 casos, al cierre de 2016. “Eso representa cerca del 80% de los casos de toda América. Eso nos está señalando el fracaso de los programas de prevención”, expresó el ex ministro de Sanidad José Félix Oletta.

La difteria es una infección aguda causada por la bacteria denominada Corynebacterium diphtheriae, la bacteria que causa la difteria se propaga a través de las gotitas respiratorias, como las que se producen con la tos o los estornudos, de una persona infectada o de alguien que porte la bacteria pero que no tenga ningún síntoma.  Esta enfermedad puede prevenirse realizando jornadas de vacunación aplicando la  pentavalente y la DPT (difteria, pertussis y tétano).

La bacteria infecta más comúnmente la nariz y la garganta. La infección de garganta produce una seudomembrana o cubierta de color gris a negro, dura y fibrosa que puede obstruir las vías respiratorias.

El tratamiento para esta enfermedad es aplicar la antitoxina diftérica la cual se administra como inyección intramuscular o a través de una IV (línea intravenosa). Luego se trata la infección con antibióticos, como penicilina y eritromicina.


Las limitaciones al acceso a la información y la falta de transparencia en el Boletín Epidemiológico por parte del Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS) ha provocado la agravación de la propagación de la difteria.

El Ministerio del Poder Popular para la Salud no ha brindado información oficial y se desconoce con exactitud el número de casos confirmados y de fallecidos. Fuentes no oficiales como la Sociedad Venezolana de Salud Pública  (SVSP) y la Red Defendamos la Epidemiología Nacional aseguran que la epidemia de difteria en Venezuela aumenta en número de casos y se disemina.

Las limitaciones al acceso a la información y la falta de transparencia en el Boletín Epidemiológico se mantuvieron como política en el Ministerio de Salud. La estadística oculta impide el acceso a información sobre epidemias que reaparecieron en el país y que se retrocediera en el control de otras, como la difteria, la cual se había erradicado hace 24 años y que se prevenía con vacunación. La epidemia evidenció la baja cobertura en inmunizaciones que había en el país.

“En ningún momento hubo una pequeña aceptación de lo que ocurre en Venezuela en materia de salud y no se tomó ninguna acción. Ni siquiera se vio un programa para empezar a solventar la crisis, no solo de medicamentos, sino de insumos médicos y condiciones hospitalarias. En materia de cooperación internacional, aún no se sabe cuál es el alcance del acuerdo que hizo la canciller con la ampliación del Fondo Rotatorio y Estratégico con la Organización Panamericana de la Salud. No sabemos cuáles medicamentos traerán por esta vía ni cuántos”, denunció Francisco Valencia, presidente de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y Vida.

El 27 de noviembre de 2016  la Sociedad Venezolana de Salud Pública  (SVSP) difundió, como fuente no oficial, información epidemiológica ante el silencio gubernamental y de las autoridades sanitarias con respecto a los casos de difteria a nivel nacional, informando la Sexta Alerta Epidemiológica sobre difteria. “Esta sexta alerta epidemiológica, está destinada a actualizar la información de fuentes oficiales, no divulgadas y a exhortar nuevamente al Gobierno Nacional, específicamente, al Ministerio del Poder Popular para la Salud, a darle la importancia debida a este grave problema de salud pública y a actuar sin mayor retraso para controlarlo. Aportamos además recomendaciones fundamentales para el control de la enfermedad. Al confirmarse la presencia de un caso mortal de difteria en Apure, se suman ahora 6 estados con casos autóctonos de la enfermedad (equivalente a 25% de las entidades federales del país). La diseminación desde Bolívar ya se había confirmado a Monagas, Sucre, Anzoátegui (Municipio Bolívar, Araguita) y Miranda (Ocumare del Tuy, Municipio Lander). Desde la identificación del primer caso, aproximadamente en abril de 2016, han transcurrido 8 meses y el MPPS no ha ofrecido información completa, oportuna ni continua sobre la situación de riesgo que representa esta enfermedad reemergente, para la población general de toda Venezuela y en particular,  en los grupos de edad más jóvenes, no vacunados o insuficientemente vacunados. Igualmente, los familiares directos y otros contactos cercanos de las personas afectadas y para el personal de salud que por razones profesionales, está expuesto al contagio y que aún no ha recibido vacunación, ni suficientes equipos de protección personal”, expresó la SVSP en su informe.

Además la Sociedad Venezolana de Salud Pública  asegura que “Ya no es posible ocultar la magnitud y extensión territorial de la epidemia de difteria en Venezuela, mediante el silencio oficial continuado, o con declaraciones oficiales que afirman erradamente ¨que es un asunto regional, bajo control¨. Exhortamos al Ministerio del Poder Popular de la Salud y a la Organización Panamericana de la Salud,  que le asesora, a declarar la alerta epidemiológica, obligados por esenciales razones de justicia social y para dar fiel cumplimiento de los mandatos del Reglamento Sanitario Internacional, Ley supranacional, ratificada por Venezuela.

La SVSP también agrega que “para proteger a la población se requeriría realizar con, urgencia, una campaña masiva de vacunación nacional, con al menos 5 millones de dosis. Hay que agregar que las autoridades gubernamentales no han realizado campañas informativas y de concientización sobre la enfermedad y de su tratamiento, por ende para el éxito de la misma, la información y educación para la salud son indispensables, por lo que hace falta iniciar, simultáneamente, una campaña amplia y continua de información, mediante el apoyo de los medios, dirigida a sensibilizar a las personas  y a aceptar la medida preventiva más eficaz para evitar la enfermedad, la vacuna. A la vez, la campaña reforzará la confianza de la población en las autoridades de salud, reducirá el miedo, los falsos conceptos, la incertidumbre y la discriminación que son comunes en cualquier epidemia. El primer paso será romper el silencio oficial y reconocer la gravedad del problema de salud. A su vez asegura que las fallas en la publicación oficial veraz y oportuna de las comunicaciones correspondientes para la vigilancia epidemiológica, la educación sanitaria y activar las acciones de prevención esenciales para lograr controlar y bloquear estas transmisiones prevenibles por vacunas, son reiterativas y duraderas, lo cual debe cesar en pro del bienestar del colectivo nacional, e internacional. Se trata de enfermedades de denuncia y notificación internacional obligatoria según el REGLAMENTO SANITARIO INTERNACIONAL al cual Venezuela está subscrito”.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) no ha emitido ninguna alerta a la región por la epidemia de difteria en Venezuela. “Es absurdo que la OPS haya enviado a tres expertos que están trabajando en Bolívar por la epidemia de difteria, y acepten guardar silencio y no emitir la alerta. Están violando el Reglamento Sanitario Internacional, que es una ley supranacional. Los hace cómplices de una situación de ocultamiento de la información que pone en riesgo al resto de la región”, criticó el ex ministro de Sanidad, José Félix Oletta López en un artículo publicado en el diario El Nacional el 30 de diciembre de 2016.

El representante de la OPS en Venezuela, Dr. José Moya declaró en el Reporte Epidemiológico de Córdoba, Número 1.854 que “Tan pronto se confirmaron los casos de difteria en el estado Bolívar de Venezuela –en septiembre pasado–, se realizó de inmediato la comunicación interna hacia los países fronterizos a través del Reglamento Sanitario Internacional (RSI). Luego, el Ministerio del Poder Popular para la Salud de Venezuela y la OPS informaron a los Centros Nacionales de Enlace (RSI) a través de la plataforma mundial de eventos emergentes de la OMS –de acceso restringido–, la situación de la difteria y las acciones de respuesta realizadas. Los procesos de emisión de alertas siguen normas ya definidas en el RSI. Adicionalmente quiero comentarles que hay casos de difteria en otros países reportados en 2016, y que durante los últimos 10 años se han notificado 285 casos en países de la región, como podrá apreciar en la Tabla 1”.

Tabla 1.

Casos de difteria por país. Región de las Américas. Años 2006/2015. Fuente: Informes de país. Reporte conjunto de Organización Mundial de la Salud/Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (OMS/UNICEF).
Durante el año 2015, cinco países notificaron casos de difteria: Brasil (12 casos),
Canadá (3 casos), Guatemala (1 caso), Haití (32 casos) y República Dominicana (1caso).
Desde la semana epidemiológica (SE) 1 a la SE 47 de 2016, tres países en las Américas han notificado casos de difteria: Haití, República Dominicana y República Bolivariana de Venezuela.
En Haití, hasta la SE 48 de 2016, se notificaron 76 casos probables, incluidas 16 defunciones.
Entre los casos, se obtuvieron 72 muestras, de las cuales 33 resultaron positivas para Corynebacterium diptheriae.

“La primera Alerta de la OPS-OMS sobre difteria en el Continente, publicada el 16 de diciembre, posterior a los reiterados reclamos y exhortaciones que hemos hecho públicos, mediante las redes sociales y los medios de comunicación, menciona, muy brevemente, de forma resumida e insuficiente, la situación de la difteria en Venezuela y no revela su gravedad”, asegura el ex ministro de Sanidad José Félix Oletta López.

Cabe resaltar que de acuerdo con la Alerta Epidemiológica N° 6 de la Sociedad Venezolana de Salud Pública (cifras extraoficiales) sobre la presencia de casos de difteria, el número de casos sospechosos acumulados ascendió en octubre a 86. Esta cifra se ha multiplicado a partir del 27 de noviembre de 2016, cuando el número de casos estimados oscila entre 200 y 300 en los 6 estados afectados con casos autóctonos cifras que superan notoriamente las que han sido reportadas por las autoridades oficiales.

“La Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) alienta a que los Estados Miembros mantengan sus esfuerzos para garantizar altas tasas de cobertura, utilizando estrategias que le permitan alcanzar los niveles adecuados, en todas sus entidades territoriales. Recomienda además que fortalezcan sus sistemas de vigilancia para la detección precoz de casos sospechosos, a fin de iniciar su tratamiento oportuno y el de sus contactos, asegurando la provisión de antitoxina diftérica”.

El Ex ministro de Sanidad y Asistencia Social Oletta López solicitó el derecho a réplica al Reporte Epidemiológico de Córdoba  por haber sido aludido en la nota aclaratoria (vía correo electrónico) del Sr. Representante de la OPS en Venezuela, Dr. José Moya, publicada el 19 de diciembre pasado, en el Reporte Epidemiológico de Córdoba, Número 1.854; con el propósito de hacer precisiones y aportar informaciones adicionales.

Fuente: runrun.es

“En septiembre de 2016, seis meses después del comienzo del brote de difteria, la población se enteró de esta nueva amenaza a la salud, por información de medios de comunicación, a partir de fuentes no oficiales. Surgieron discrepancias y contradicciones entre la máxima autoridad civil del estado Bolívar, (en donde se originó el primer foco de la enfermedad) y la ministra del Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS) que declaró públicamente (por primera y única vez sobre esta epidemia), que se trataba de un asunto regional y que estaba controlado, en su intento fallido de desestimar el problema. Desde hace 8 años el MPPS ha aplicado arbitrariamente, restricción al acceso a las fuentes de información epidemiológica, e impedido el derecho de los ciudadanos a conocer, a estar debidamente informados sobre asuntos de interés general, como son la existencia de enfermedades infecto contagiosas, conocer los riesgos de enfermar y aplicar oportunamente los procedimientos de prevención y participar activamente en la vigilancia y control epidemiológicos. Los profesionales de la salud tampoco hemos tenido acceso a la información epidemiológica, oportuna, veraz, continua y suficiente, para orientar a las personas, conocer las amenazas de salud en actividad y planificar acciones de promoción, prevención y restitución de la salud. Desde 2008, ha ocurrido sistemáticamente, censura oficial sobre información epidemiológica. Ejemplo significativo es la ausencia de divulgación y diseminación del Boletín Epidemiológico Semanal del MPPS (·) desde la semana epidemiológica 26 de 2015, hace 18 meses. (·) El más antiguo del Continente, creado en 1938 y que se divulgó sin interrupciones hasta 2008). En su actuación, desconoce el Gobierno que una población informada es una población sana. No es concebible un plan de acción para luchar contra una epidemia que carezca de, o excluya la información comprensible, oportuna y completa a la población; deben hacerse de conocimiento público las decisiones sobre asignación, racionamiento y fijación de prioridades, así como las políticas y procedimientos a seguir, los criterios de fundamentación de las decisiones y regulaciones, así como las estrategias para revisar y auditar las mismas. En suma, la conducción ética de una emergencia de salud pública requiere transparencia, compromiso público y movilización social. Las decisiones de política y sus justificaciones deben ser publicadas y sometidas libremente al escrutinio público para, así, aumentar la condición de alerta de personas y comunidades ante los riesgos y fortalecer su capacidad de respuesta y preparación. La información aportada a ustedes por el Sr. Representante de OPS en Venezuela, confirma, sin duda, que las autoridades del MPPS, realizaron con retraso, en septiembre de 2016, la notificación del brote de difteria a la OMS-OPS y estaban conscientes de la magnitud y diseminación del mismo y habida cuenta de la alta transmisibilidad de la enfermedad, las condiciones de movilización de la población y la cercanía con las fronteras de Guyana y Brasil, consideraron acertadamente se trataba de un evento epidemiológico inusitado o imprevisto, con alta posibilidad de transformarse en una emergencia de salud pública de importancia internacional, en consecuencia, la Representación de OPS en Venezuela, procedió a comunicar la emergencia, ¨internamente¨, a los países vecinos, utilizando los mecanismos previstos en el Reglamento Sanitario Internacional (RSI). Luego el MPPS de Venezuela y la OPS informaron a los Centros Nacionales de Enlace, a través de la plataforma mundial de eventos emergentes de la OMS, la situación de la difteria y las acciones de respuesta realizadas. Destaca que esta información, en un inicio, fue de ¨uso restringido¨, siguiendo las normas de actuación definidas en el RSI. Sobre la elaboración de Alertas, el Representante de OPS en Venezuela, se limitó a mencionar que ¨estas siguen las normas ya definidas en el RSI¨. No explicó el Representante de OPS en Venezuela, porque se decidió mantener restringida la información desde septiembre, hasta el 16 de diciembre y no se publicó el Alerta Epidemiológico en el portal electrónico de la Organización, hasta esta última fecha, cuando ya era un hecho notorio, público y comunicacional la existencia de la epidemia. No cabe invocar una norma burocrática de actuación, restrictiva de información al público, cuando, la aplicación indefinida de la misma puede vulnerar el ejercicio pleno de derechos fundamentales, como el derecho a la información, a la salud y por ende a la vida, en situaciones extraordinarias como las epidemias Celebramos que la OPS-OMS con su autoridad y solvencia, en adelante, dé a conocer y divulgue la evolución de este evento y siga contribuyendo  con su experiencia y asesoramiento a mitigar el riesgo de salud para las poblaciones humanas y reduzca los riesgos potenciales de transformarse en una emergencia de salud pública de importancia internacional, que se propague, o que pueda suponer un problema grave y directo para otros países.  Deploramos que el MPPS no haga lo propio, no reconozca públicamente el problema, no emita Alerta alguno, ni divulgue oportunamente en su portal electrónico las normas oficiales nacionales para la vigilancia y control de la epidemia, lo que resulta una contradicción y un error inexcusable. Aspiramos a que se subsanen los errores y omisiones incurridos al no comunicar suficientemente a la población esta emergencia de salud pública”, finaliza Oletta en su comunicado.

Fuente: eluniversal.com

El presidente de la comisión de salud de la Asamblea Nacional José Manuel Olivares señala que “el último brote importante de difteria en el mundo fue entre el año 1990 al año 1993, ocurrió en Rusia, hubo más de 140.000 casos y más de 10.000 fallecidos a partir de ahí no hubo otro brote importante en el mundo, exceptuando esta nueva epidemia que hay en Venezuela”.

Olivares añade que “es deber de las autoridades gubernamentales cumplir con el Manual Internacional de Epidemias, en el cual Venezuela está suscrito y donde se establece en su punto número uno, informar de manera clara y precisa a la población sobre la enfermedad, reportar a organismos internacionales y establecer en conjunto las políticas y estrategias necesarias para enfrentar y frenar la enfermedad, es decir, el reporte obligatorio nacional e internacional y también se debe iniciar un protocolo de atención para los médicos y para la ciudadanía, esto quiere decir que todos los médicos cuando vean un caso sospechoso sepan a dónde acudir, a donde referir al paciente, sepan el protocolo de protección para el personal de salud, médicos, enfermeras, camilleros y camareras que tengan contacto con esta enfermedad y por otra parte comunicar a la población de estar alerta ante cualquier sospecha de infección de la enfermedad ya que debe acudir al médico. Es de vital importancia informar y dar tranquilidad al país, que se sepa que se conoce  la enfermedad y que se trabaja para resolverla y sin duda alguna garantizar el tratamiento y una jornada nacional de vacunación”.

¿Qué ocurrirá en el 2017?


Fuente: cadenaser.com

El pasado 4 de enero se aplicaron 1.250 vacunas contra la difteria en el estado Guárico, parroquia Puerto Miranda, de acuerdo al Plan de Intensificación de Cobertura Inmunológica, del Ministerio del Poder Popular para la Salud.

Este plan, que inició en octubre del año pasado, tiene como finalidad erradicar las enfermedades inmunoprevenibles, cuya meta era aplicar 20.380 vacunas al finalizar el 2016.  Cabe destacar que el plan ha iniciado en ciertas poblaciones del estado Guárico, Miranda y Zulia, pero no logra contrarrestar la rápida propagación de la difteria en el país.

Sin embargo, un artículo publicado por El Nacional el 8 de enero informó:  “Con 85% de escasez de medicamentos, denunciada por la Federación Farmacéutica de Venezuela, la ONG de pacientes Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida teme que 2017 sea “catastrófico” para quienes dependen de una medicina.”

El diputado José Manuel Olivares confirmó que, a pesar de que la canciller Delcy Rodríguez había anunciado la compra de medicamentos a través de las Naciones Unidas, todavía no se ha realizado ninguna compra.

Por estos motivos, incluyendo la desinformación de la población acerca de la epidemia de la difteria, se podría pronosticar el incremento de los casos de difteria en este año si el Ministerio del Poder Popular para la Salud no toma las medidas preventivas de manera masiva, ni se cumplan con todos los procesos ya mencionados, que las autoridades han pasado por alto en el último año.

VIDEO | La Hora Clave: La difteria en Venezuela-Globovisión Noticias


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